La Construcción Olvidada

En Mar del Plata, sobre una esquina de Constitución, yace una construcción olvidada por el tiempo y los ojos de la gente. Su forma es circular. Se encuentra elevada por sobre el piso, y con el crecimiento abundante de yuyos es prácticamente un terreno baldío.

Una noche, me encontraba en el garage de mi casa escuchando Electric Light Orchestra, una banda musical emblema de los 70'. Sus melodías crean fantásticos espacios siderales, por donde suelo viajar imaginariamente. Fue aquella madrugada, que en medio de mi trayecto galáctico, se reveló súbitamente la construcción de Constitución, y me susurró su secreto en imágenes.

Todo empezó una noche, hace varios años. Fueron, por excepción única, cinco curiosos minutos en los cuales Mar del Plata se encontraba sin gente en la calle. Todos se hallaban en sus respectivos aposentos. La ciudad parecía vacia y abandonada. Extrañamente, se había transformado en un poderoso Iman magnetico capaz de atraer fuerzas del más alla.
En ese instante, una nave circular irrumpió intempestivamente y aterrizó en el terreno de Constitución. Sus formas eran bellas e hipnóticas, y poseía una gama de colores nunca vistos que iban dando forma a una sutil escalera de entrada.
Pasaron los cinco minutos, y la gente comenzó a salir de sus casas en estado de trance. Una energía de otro planeta soplaba desde el mar . Todos se dejaban llevar por melodías sónicas que iba generando la nave, e iban siendo atraidos hacia ella. Miles y miles se agolpaban en la entrada e iban ingresando civilizadamente. El espacio interior era infinito. Sobre el techo había una gigantesca bola de espejos que daba un efecto lunar nunca visto. Una música poderosa comenzó a sonar. Era eléctricamente luminosa, e invitaba a bailar hasta al más reacio al movimiento. El aire desbordaba de alegría y armonía.

Así pasaban los días en Mar del Plata, con la gente en perfecto equilibrio consigo misma. Atesoraban el bello secreto de la nave espacial, su juguete predilecto. Todo parecía un sueño. Y de hecho, pareció serlo.
Dos años despues del extraordinario acontecimiento, la gente despertó sintiendose humana y comun. Pasaba por Constitución y observaba la nave. Esta tenía aspecto de abandono, y se había convertido en una construcción circular y vulgar. Un agridulce desencanto era lo único que despertaba en ellos aquel objeto olvidado.

El idilio hipnótico entre habitantes terricolas de un pequeño pueblo y fenómenos no identificables había llegado a su fin. Las agujas del reloj siguieron marcando el irrefrenable movimiento de una generación, que en su rincón más íntimo, atesoró el secreto de un mundo ajeno a ellos.

Mientras tanto yo, único testigo del secreto, intentaré por todos los medios averiguar cual es el intergaláctico nexo que une a la Electric Light Orchestra con este suceso.