Ansunjay!

Magia querido: saber que puedo traducir en palabras todo lo que representas para mi como amigo es muy reconfortante, es un medio que utilizo y me salva mucho a la hora de expresar. Te comento a modo de introducción que el otro dia en el Civil se me trastabilló sutilmente la estantería emocional. Frente a mi, en una sala casi impersonal, en una silla como tantas otras, donde tantos otros se sentaron, estaba depositado el flaco Di Meglio. Corten!. Corten!. Vamos de nuevo!. Amichi, el cuadro es el siguiente. La situación sufrió un vuelco inesperado y se transformó en una escena de película donde yo paso a ser un personaje directamente involucrado afectivamente con la cinta: En esta caso, la de tu vida. Ahi estas vos, como Actor principal, guionista y director. En fin, como el gran mentor de tu propia historia. Ya a la edad de seis años no tuviste mejor idea que invitarme a participar en diferentes escenas de tu propia autoría. Desde el primer momento, me diste un lugar protagónico que valoro enormemente. Por ejemplo (siempre lo recuerdo, no lo puedo evitar) en la escena de los enanos malditos que andaban pululando en el patio de tu abuela, y en la que tan bien supiste extorsionarme con convencimientos ficticios sobre su real existencia. Yo en mi papel tuve que morir del susto y salir corriendo hasta tu casa en busca de Graciela, tu vieja. Fue una escena muy divertida que junto a otras situaciones de la infancia, cimentaron mi fantasía interior.
De aquella escena al presente se sucedieron millones más. Tu visión de la vida tan personal, tu sentido del humor, tu camaradería incondicional y generosidad, son ingredientes que aportaron mucho a las partículas atómicas de mi papel protagónico. Supiste compaginar rebeldia con adolescencia precoz, calle con experiencia, gusto musical con puntinazo de tres cuartos de cancha, viajes compartidos con algarabía. Recuerdo una escena puntual en la que me hiciste participar como confidente de tus sentimientos. Fue en un cumpleaños de Juaba. Intentabas reconstruir tu vida después del Tsunami conyugal con tu ex. Ahí te acercaste y me confesaste que estabas triste. Pero que gran paradoja!. Si esa misma noche, comenzaría a a escribirse otra pagina importante de tu vida!. Factores externos alterarían subitamente el rumbo de tu road movie . Quizá, imagino, tu dialogo interior saliendo en off por los parlantes de la sala donde se proyectaría la escena, podría ser el siguiente: “La vida tiene un ojo con parche, y otro bien abierto a punto de pegarme un guiñazo en forma de flor. Una verdadera flor con toda su luz desbordante”.

Elipsis. Escena presente. Estoy en el civil, te tengo en diagonal a mi, se me esta a punto de caer el estante en el que atesoro los videos con las mejores escenas de tu película. Sigo participando en la escena. Todo se me mezcla. Pasado y presente en mi estomago, en mi corazon, en mi mente. La cinta sigue rodando y un sabado 15 de marzo el proyector entra en climax emocional…Corten!.

Back To Reality : Te quiero mucho, amigo del alma!. Me voy a dormir tranquilo y sin reloj sabiendo que tenes al lado una mujer de otro tiempo que te sabe amar. Que la miel se les llene de lunas!. Por supuesto, las siguientes tomas surgiran de nuestros sucesivos encuentros.